Llevan casi nueve meses,
falta
solo una semana,
van
caminando despacio,
la
barriga ya no aguanta,
salieron
el mes de marzo
de
Nazareth a Judea
azarosos
y temblando
pasaron
por Galilea.
Eran
María y José,
quienes
tendrían la tarea
de
darle vientre y cobija
y
llevar hacia otras tierras
al
“Príncipe de los hombres”
donde
Herodes y su corte
le
cortaron el “cogote”
a
niños en su inocencia.
Eran
cálidos los días,
y
las noches eran eternas,
era
un verano caliente
y
noches de frías quimeras,
días
de intenso desierto,
noches
cubiertas de estrellas,
hasta
llegar al pesebre
de
una estancia de pradera.
En
Nazareth celebraban,
todo
era una gran fiesta,
era
un honor ser paisano
del
nuevo rey de la tierra,
entre
la mula y el buey
nacería
a media noche
estrellas
de mil colores…
y
un cometa grandotote
alumbraba
con su estela.
Tweet
No hay comentarios:
Publicar un comentario