lunes, 13 de mayo de 2019

Sexto piso y caminando


Años Cincuenta, no entendía nada
cuando estaba en el ovario de mamá,
una parte de mí no me encontraba
pues se hallaba en una bola de papá.

Años Sesenta, ya yo caminaba
algo torpe e ingenuo por demás,
sumiso, estudioso y obediente
no he sabido si lo pude superar.

Años Setenta, ¡Los estudios pa ´l carajo!
rumbas, bonches, mujeres y parrandas,
los placeres llegaban al descaro
días, noches y fines de semana.

Los Ochenta, tocaron la campana,
un romance despertó mi corazón,
como un niño volví a mis andadas
de sumiso y joven soñador.

Más tarde llegaron los Noventa
y mi alma nuevamente despertó,
tal parece que después de cada década
se renueva el ciclo del amor.

Pero ya superamos el milenio
y de hijos mi mundo se llenó,
mi cabello ha dejado de ser negro
y de blanco poco a poco se tiñó.

Hace rato que camino los sesenta
y aun siento que mantengo mi vigor,
soy feliz porque siento que he tenido
una vida siempre llena de esplendor.

Quiero que compartan conmigo, lo que tengo,
todo un mundo de vivencias y de amor,
alcen conmigo la copa y brindemos…
por amigos, por amores y recuerdos
que hayan hecho latir mi corazón.

PanchoTronera