viernes, 10 de abril de 2020

Crónica Pandémica


Voy de mi cuarto a la sala
y de la sala a mi cuarto
eso lo he hecho hoy
no recuerdo cuánto y cuándo,
me agota tener que ir
al baño así, sin quererlo
y bañarme cinco veces
tengo el cabello reseco.

Acostumbro a madrugar
casi siempre a las cuatro,
hiervo agua, cuelo un tinto
tomo un baño y me relajo,
a veces hago ejercicio
para no aburrirme tanto,
me canso de no hacer nada,
y de tanto haber descansado.

Ya tengo mi paranoia,
salgo a veces con un frasco,
receta tradicional
de un menjurje que he inventado
de jabón, cloro con agua
que pronto habré patentado
recordando a mi abuelita
que lo hacía con mentolado.

Compré dos cajas de guantes,
“tapapocas” por coñazos
y un casco color azul
que me queda hasta apretado,
así es que salgo a la calle
cuando voy para el mercado
y de lejos pago todo
por si alguno está contagiado.

Mi relación afectiva
no es como la de los casados,
ellos solo se soportan
y ya les llega el cansancio,
ya no saben cómo hacer
si seguir disimulando
o declararse la guerra
pues no saben hasta cuando.

Hay otros que van y vienen
pues no trabajan en bancos,
pero tienen que asistir
por juramento hipocrático,
tienen la gran escusa
de ser la gente de blanco,
pero tienen su “jujú”
con personal asignado.

Hay gente muy desafiante,
que se la pasan rumbeando
en orgías descaradas,
drogas, alcohol y prepagos,
ellos creen que el dios dólar
les hará fielmente el milagro
de que un par de pantaletas
no los haya contagiado.

Yo por eso estoy aquí,
escribiéndoles un rato,
haciendo una crónica en verso
porque no sé relatarlo
en otra forma que entiendan
lo que ha pasado estos días
que al fin algo hecho en China
haya dado resultado.


PanchoTronera

viernes, 3 de abril de 2020

Amor apocalíptico


Cuando todo, en mi vida parece acabar
y las tinieblas se muestran perennes
poco a poco pierdo la poca esperanza
de ver un brillante amanecer nuevamente.

El sol ya no muestra todo su esplendor
y las nubes ennegrecen el manto celeste
mis ojos tristes comienzan a llorar
contagiando mi alma que hoy se entristece.

Me encuentro en el caso de no hallar salida
cuando el laberinto hace creer que no tiene,
estoy dando vueltas de un lado al otro
buscando enemigos que están en mi mente.

Instintos banales confunden mi lógica
en esa guerra humana del cuerpo y la mente,
el ángel bueno y el malo, en su intriga
apartan la razón nublando mi mente.

Es hora de volver al origen divino
y reconocer que nunca he sido un héroe,
pretendo que el cielo me conceda un deseo...
de tenerte cerca, aunque sea un momento
y poder besarte como quise siempre.

PanchoTronera