Cuando
todo, en mi vida parece acabar
y
las tinieblas se muestran perennes
poco
a poco pierdo la poca esperanza
de
ver un brillante amanecer nuevamente.
El
sol ya no muestra todo su esplendor
y
las nubes ennegrecen el manto celeste
mis
ojos tristes comienzan a llorar
contagiando
mi alma que hoy se entristece.
Me
encuentro en el caso de no hallar salida
cuando
el laberinto hace creer que no tiene,
estoy
dando vueltas de un lado al otro
buscando
enemigos que están en mi mente.
Instintos
banales confunden mi lógica
en
esa guerra humana del cuerpo y la mente,
el
ángel bueno y el malo, en su intriga
apartan
la razón nublando mi mente.
Es
hora de volver al origen divino
y
reconocer que nunca he sido un héroe,
pretendo
que el cielo me conceda un deseo...
de
tenerte cerca, aunque sea un momento
y
poder besarte como quise siempre.
PanchoTronera
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