Yo
aún sigo enamorado
de
mi “profe” de la infancia
recuerdo
que era bella,
pequeñita
y espigada,
con
su cara bien bonita
“María
Luisa”, se llamaba
o
se llama, yo no sé
si
vive la condenada.
Era
una mujer especial,
toditos
la respetaban,
no
porque infundiera miedo
sino
que a todos dejaba...
una
especie de sosiego,
casi
no tengo palabras
para
poder explicar
el
efecto que causaba.
Yo
le traía regalos
que
sacaba de mi casa,
también
le llevaba frutas
casi
siempre una manzana,
un
mango o a veces racimos
de
“mamones” de la estancia
y
a veces le llevaba dulces
cuando
en casa preparaban.
Todas
las cosas bellas
de
aquella época amada,
me
las enseñó “mi profe”
a
veces a “punta e´planas”
si
tengo buena conducta
y
más saber que una “hallaca”
se
lo debo a “Maria Luisa”
mi
profesora adorada.
PanchoTronera
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