Una
noche esplendorosa
he
pasado con mi amada y
un
encuentro placentero
que
temprano comenzaba.
El
cuerpo de una diosa,
como
potranca dotada
y
una cabellera hermosa
que
rodaba por su espalda.
Pero
no quiero que crean
que
solo tiene bordadas
en
el rostro mil detalles
y
el cuerpo de una guitarra.
Más
allá de su apariencia
su
espíritu la engalana
y
una pasión desbordante,
bajo
una luna radiante
completaban
la velada.
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