Nuestro muerto no está muerto
si
muere por una causa,
es
un valiente, es un héroe,
un
orgullo de la patria,
es
quien deja por legado
el
rescate de la casta
que
hace tan solo dos siglos
nos
definió en los mapas.
Jóvenes
que no vivieron
auroras
en lontananza,
atardeceres
llaneros,
ocasos
frente a las playas,
festivales
citadinos,
vaquerías
en sabana
y
el placer de recibir
en
las calles serenatas.
Han
tenido cinco lustros
y
un poco más de esperanza,
han
sentido que en su vida
algo
les hace falta,
valores
que tienen algo
que
ver con las enseñanzas
que
sus ancestros les cuentan
y
el futuro nos reclama.
Nosotros
los que tuvimos
la
dicha que nos legaran
generaciones
de antaño
que con
esfuerzo alcanzaran
sentimos
deuda moral
por
permitir que pasara,
la
pérdida del orgullo
y
a todos nos hace falta.
Por
eso los acompaño,
porque
tengo la esperanza,
es
un deber ciudadano
y
una deuda con la patria
y
a pesar de que mis años
no
permiten lo de antaño…
aquí
estoy acompañando
a
estos guerreros sin armas
PanchoTronera
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