Mi
café como siempre me acompaña,
las
calles están solas, noche y día
hay
pandemia en el mundo ¡Qué desgracia!
estoy
solo, no tengo compañía.
Nunca
antes en el mundo se había visto
que
algún virus propagara sus secuelas,
de
una forma sorprendente y agresiva,
global,
inevitable y sin fronteras.
Otras
veces en la historia hemos leído
que
tuvimos tragedias similares,
pero
han sido locales, definidas,
no
frecuentes, pero sí muy lamentables.
Los
recursos materiales son escasos,
lo
agresivo del caso es evidente,
nadie
tiene la varita hechicera
ni
el remedio milagroso está presente.
Sin
embargo, lo que queda es el recurso,
del
afecto humano existente,
la
familia, los amigos, los amantes…
y
el altísimo que siempre nos protege.
PanchoTronera
No hay comentarios:
Publicar un comentario