Padre, confieso que he pecado,
he tenido lujuriosos pensamientos,
he imaginado que ya la he amado
y he soñado con ese hermoso cuerpo.
Padre confieso que he hablado de ella
y lo nuestro ha sido "voz a cuatro
vientos"
ya le he dicho cuánto la estoy amando
y no he podido negar que la deseo.
Padre confieso que la he amado,
y he disfrutado de ese ser perfecto.
he probado el elíxir de sus labios
y me he embriagado al beber también su cuerpo.
Padre, suplico su clemencia
y también que me dé su bendición,
no he podido evitar quererla tanto…
no he podido separarme de su lado,
he pecado en pensamiento, palabra, obra y omisión.
PanchoTronera
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