Mirada desafiante,
sublime y atrevida,
romance delirante, sensual y muy fogoso,
ya era hora que alguien valore de su estima
esa esencia que llena a un hombre vanidoso.
El descaro insinúa que la hora se aproxima
el beso inevitable, el roce de los poros
y aunque él como varón no responda enseguida
sus senos y su cutis se van tornando rojos.
Pero el tiempo los une ahora más que nunca,
hace años que ellos dos se
han vuelto uno solo,
el orgasmo, es preciso sentirlo
siempre juntos
por eso es necesario que vayan poco a
poco.
Como otrora la pasión está
haciendo su presencia,
a pesar de los años, aún
se siente hermoso
y aunque exista un cierto
derroche de paciencia…
después de ser riachuelo el río toma fuerza
y se vuelve aún más
fuerte, profundo y caudaloso.
PanchoTronera
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