Oigo voces a
lo lejos,
oigo risas,
oigo llanto,
en el pecho
siento un peso
y no puedo
abrir mis párpados,
los huesos
entumecidos,
el traje mal
abrochado,
el aroma
repugnante
de un éter
mal inyectado
me hacen
sentir nervioso,
no sé qué me
haya pasado.
A mi
alrededor hay un desfile
de personas
que he tratado,
no entiendo
por qué unos lloran
y otros ríen
con descaro,
algunos
cuentan historias
recordando mi
pasado,
unos me
elogian, me halagan,
otros cuentan
desagrados
y una que
otra muchacha
me hace
sentir desdichado.
Mi madre
llora con pena,
mis hermanos
solo un rato,
mi padre ya
se murió
“uno menos
pa´l reparto”,
en el fondo,
una mujer
llora sin que
lo hayan notado
y no puede
hablar con nadie,
su dolor hay
que ocultarlo
pues el dolor
que ella siente
puede deberse
a un pecado.
Ya siento
curiosidad,
este lugar es
estrecho,
tengo que
averiguar
¿por qué
estoy en este lecho?
¿por qué
huelo a creolina?
¿por qué no
muevo ni un dedo?
¿por qué mis
hijos me lloran
sin tener
ningún pretexto?
¿por qué se
apaga la luz?
debe ser que
ya estoy muerto.
PanchoTronera
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