Nuestro
amor como río
otrora
caudaloso
se
mantiene aferrado
a
un hilo de nostalgia
pues
la perseverancia
de
los recuerdos idos
ha
dejado encendido
una
chispa que inflama.
Las
canciones que recuerdan,
los
momentos felices
le
han dado los matices
a
la añorada calma,
esa
misma que embarga
la
tristeza que vive
y
consume inflexible
el
café de una taza.
Los
momentos felices
de
retratos en casa,
los
muebles, los vecinos,
preguntas
obligadas
los
paseos en bote,
que
hicimos en la playa
mantienen
las vivencias
que
motivan nostalgias.
Es
preciso que vuelvas,
si
estás cerca de casa,
para
seguir viviendo
esas
lindas mañanas,
travesuras
de amantes
en
rincones y plazas,
o
los íntimos momentos
que
pasamos de farra.
Necesito
que vuelvas,
quiero
verte con ansias,
quiero
sentir tu piel,
tu
insinuante mirada
tu
silueta perfecta,
tu
calor delirante,
tu
gemir excitante
y
tus besos en mi espalda.
PanchoTronera
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