La niña que mira azul
y tuve en los brazos míos
brotó de un manantial
como naciente de río.
La niña que mira azul
crece como un riachuelo
y va alegrando el paisaje
de quienes quieren beberlo.
La niña que mira azul
riega con su sonrisa
las flores de la montaña
retozando con la brisa.
La niña que mira azul
ya embiste con su amor
y va calmando la sed
de este humilde trovador.
La niña que mira azul
va a ser, ahora inmortal
y en un delta de abanico…
va dejando de ser río
para fundirse en el mar.
PanchoTronera
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