Yo sabía que existías,
que estabas en algún sitio,
que, aunque yo no te encontraba
para mi habías nacido,
que todas las cualidades
que había soñado de niño
las tenía una mujer
que encontraría en mi camino.
No eres una muchacha
que no sepa su destino,
ni quieres relacionarse
con un amante forajido,
mereces un compañero
que comparta tus caminos
que te adorne el paisaje
y te trate con cariño.
Esa mujer eres tú,
estabas en mi destino,
protagonista por siempre
en mis amores furtivos,
fuiste tomando esa fuerza
que en los momentos precisos
se admira de una mujer
de criterio definido.
Una mujer como tú
es sentimiento infinito,
una única experiencia
comparable al paraíso
que llega solo una vez
y se logra comprender
cuando llega la vejez
y la juventud ya se ha ido.
PanchoTronera
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