Viento de agua, noche oscura,
voy en mi mula baya,
atrás dejo el cafetal
y el aroma de montaña,
de pronto un rayo ilumina
el camino a la sabana,
la luz azul blanquecina
y un trueno que la acompaña.
Veguero soy, si señor
y mi mujer una zamba
mis hijos son cafetales
que ha brotado la montaña,
voy de la montaña al llano
y del llano a la montaña
en mi rutina incesante
de laboriosa jornada.
De pronto se ven las luces
de bombillas que resaltan
los ranchos de mis vecinos
como si fueran de escarcha,
el frío a mí no me pega,
ni el carapacho se empapa
pues cargo mi colcha negra
y por debajo la ruana.
Ustedes preguntarán
¿y si algo me pasara?
¿por qué no llevo un revolver
o la escopeta terciada?
pues yo les contestaré
que yo no le temo a nada
porque llevo un crucifijo…
que a mí me dieron mis hijos
pa´que nada me pasara.
PanchoTronera
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