Voy bajando las montañas
en mi burro sabanero,
yo vivo en el pie de un cerro
en un edén que es un sueño,
atrás dejo las colinas…
al frente se ve un estero
y más allá, en el horizonte
se pierde el azul del cielo.
Siento el pecho grandotote,
no me cabe en este cuerpo
pues mi negra me dio un beso
más sabroso que un “tetero”
que me hizo sentir sabroso,
más contento que un ternero,
cuando lo llevan “becerreao”
a mamar en el tranquero.
Mi burrito va trotando
al son de un cuatro llanero,
voy cantando algunas coplas
aunque no soy bueno en eso,
pero mi burro lo aguanta
porque es un buen compañero
y el camino se me acorta
silbando y cantando versos.
Tengo que llegar temprano
pa´ preparar los aperos
pues temprano en la mañana
empezamos el arreo,
ya voy llegando a la estancia,
voy a sacarme el polvero
que me ha dejado el camino
del verano sabanero.
Voy a dejarlos un rato
porque ya yo tengo sueño,
pero otro día les cuento
cómo es que vive un llanero
y verán porque mi llano
es un paraíso inmenso
donde vuelan esperanzas
más allá del firmamento.
PanchoTronera
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