La arena seca los labios
y enceguece la mirada
porque el viento de verano,
ya no me deja ver nada,
vamos llegando al jagüey,
para apearme del caballo
y las reses cojan fuerza
bebiendo agua del caño.
Es un calor extenuante,
la sequía ha comenzado,
y este año promete
que el calor será apretado,
por eso es que llevaremos
las reses a suelos altos
donde haya pastos verdes
para que engorde el ganado
Mientras, al atardecer
te imagino allá en el rancho,
que conversas, en las noches
cuando el cielo aún está claro,
con estrellas, con luceros
y las garzas del pantano
como queriendo saber
cuando volveré al rancho.
Lo sé, porque los grillos
me lo dicen con su canto,
al igual que las chicharras
cuando el sol está abrasando,
al atardecer, el turno
lo toman los araguatos
y el viento va recogiendo
el arrullo de los pájaros.
Los aguaitacaminos
con sus ojos reflejantes
van guiando los caminos
que transitan caminantes
que a pie recorren senderos
pa´ verse con sus amantes
y que el manto de la noche
los ayude a enamorarse
A pesar de lo distante
que aún estamos del hato
sé que pronto volveré
para estar entre tus brazos
porque quiero con locura…
encontrar que tu ternura
me empalague con dulzura
y me envuelva allá
en el rancho.
PanchoTronera
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