El
llano despierta en aromas,
aromas
de sabana verde,
aromas
que nunca se pierden
cuando
el recuerdo lo evoca.
El
café es un abreboca,
el
aliño en la cocina,
el
guiso de la vecina
cuando
el hambre se alborota.
Huele
a humo en la mañana,
huele
el camino a mastranto
y
el viento trae de lejos
el
aroma del ganado.
Mi
caballo toma un trecho,
donde
hay olor a cubarro,
huele
a “piñita” de monte
y
a “semeruco” floreao.
En
las casas huele leña,
y
las paredes a barro,
huele
a jabón azul
de
la ropa que ha secado.
Huele
a cigarro y tabaco,
a
mueble de cuero arrugado,
huele
a madera caliente
cuando
el sol la está abrazando.
Huele
a perfume de sándalo,
que
le compré en el mercado,
olor
de agüita sabrosa,
mi
mujer se está bañando
Ahora
me da olor a hembra,
traigo
olores de borracho,
nuevamente
un cafecito…
aroma
de labios ricos
y
de un beso enamorao.
PanchoTronera
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